(Yuso 04/06/2011)
Desde este lunes los resistentes de Islandia, al grito de “a los parapetos”, corren a refugiarse de la lluvia. Todo lo que ocurre tiene su porqué y, sobre todo, es bueno que tenga un para que. El agua ha calmado las flamas incendiarias de los primeros discursos y ha dado paso a criterios organizativos. Cada pueblo, cada barrio ha de tener su asamblea y éstas han de ser de funcionamiento periódico, también puede que sea bueno sumar esfuerzos en las asambleas comarcales, como ha hecho el Llevant mallorquí. En la de Sol se sientan las bases para la coordinación de las asambleas de Madrid, y, con el adjetivo de saludables, se añaden premisas de eficiencia en su funcionamiento, al igual que se está preparando un primer encuentro de portavoces de las asambleas del estado español. La asamblea ha de ser el foro en el cual la ciudadanía se exprese y decida. Tendremos que consensuar mecanismos de funcionamiento que sumen a la eficiencia los principios de horizontalidad, participación y consenso.